jueves, 28 de agosto de 2014

Relatos desde el Bahareque. Mónica Liliana Flórez Arcila. 2000. PRÓLOGO. Los pasos de la memoria. Por Arturo Alape.

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En su 2a. etapa, provisional,
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Mónica Liliana Flórez Arcila 

2000



PRÓLOGO

Los pasos de la memoria 

Por  Arturo Alape



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PRÓLOGO

Los pasos de la memoria

Arturo Alape

La memoria humana tiene sus misterios que la hacen como imagen inatrapable, un rostro desdibujado. Rostro con las sutilezas de lo oculto en sus rasgos. Un mundo de sueños envolventes, traicioneros en sus itinerarios para despistar a sus buscadores. Los sueños son pesadillas, las apacibles pesadillas son sueños cotidianos. Un cuerpo de pasadizos con una eterna red y diversidad de puertas que suelen no tener llaves para abrirlas. La memoria tiene sus propios pasos, huellas que han significado quizá, la imagen de la alegría, quizá la imagen de la frustración. Las huellas de la memoria no siempre dejan en su transcurrir, señales de existencia, la memoria cuenta con sus propios vientos para ocultar y borrar las honduras de sus pasos. La memoria sufre su propia agonía como también su propia muerte. Depende del hombre dueño de aquella existencia. Un día el dueño de la memoria decide decretar el olvido de su propia memoria, porque el ser humano sobrevive porque fabrica el elixir de su desmemoria, para ocultar supuestos yerros humanos de niñez, juventud y adultez. La memoria también fabrica la mudez a su propia semejanza: no quiere abrir el baúl de sus secretos, decide, porque la memoria decide, irse con sus honduras hasta la sepultura. Al fin al cabo, la memoria es cuestión de seres humanos y los seres humanos en su devenir se vuelven seres complejos de vidas intensamente vividas. Es decir, cada hombre o mujer preserva como tesoro, la intimidad que en apariencia asoma como destello en cada mirada que expresa.

La memoria individual y colectiva lo abarca todo: sueños, experiencias, agonías incumplidas, oficios en sus diversas facetas, voces y entornos sociales ajenos, costumbres y hábitos, es decir, todo lo que construye el hombre en una vida de encuentros y desencuentros.

El trabajo de quien investiga la memoria individual y colectiva tiene sus bemoles, tiene sus complicaciones. Porque el investigador debe crear la estrategia adecuada para buscar y encontrar al dueño de la memoria que busca. No es cuestión de pagar un clasificado en la prensa y a esperar los resultados. No. Su estrategia está sujeta a desarrollar su propia metodología que le permita llegar, por lo menos a conocer de frente al interlocutor que busca. También en su estrategia el investigador debe por lo menos, conocer de antemano por información acumulada a la persona que desea investigar.

El investigador en su sutileza para preguntar preguntas inteligentes, debe llevar en su cabeza un arsenal de argumentos persuasivos para convencer al otro de la importancia de sus respuestas. Es decir, que el investigador debe estar sujeto al otro sujeto para iniciar con él una larga conversación, que permita en sus tiempos y en su transcurrir abrir las puertas de su memoria. Esto significa, que el investigador dejará de escucharse a sí mismo cuando hace sus trascendentales preguntas, y paciente aprenderá a escuchar al otro. Entre la acción de respeto por escuchar al otro, entre la acción que el otro hable, se construye lo que pudiéramos llamar una conversación adecuada con la memoria del otro. Entonces en el devenir contradictorio y amoroso de una larga conversación, surgirá como final un relato de vida que se ha construido entre dos, quien pregunta y quien responde. O a la inversa, quien preguntaba termina por responder y quien respondía termina por preguntar. El juego inteligente de las preguntas y de las respuestas. La memoria que se busca se ha reactivado. Ha encontrado quién la escuche, alguien que ha comprendido la importancia de que hable como historia.

Mónica Liliana Flórez descubrió en su trabajo Relatos desde el Bahareque, el hálito voraz e inteligente que tiene la memoria cuando habla. Y a través de la memoria, no importa la vejez de los años, no importa ciertas lagunas naturales de la memoria, ha descubierto el oficio de construir casas. Es decir, que su investigación regresa por los caminos de la fundación como hecho importante en la vida de los seres humanos. Regresa como historia, a la visión de constructores que trajeron los últimos colonizadores antioqueños cuando llegaron, a finales del siglo pasado a tierras del eje cafetero.
Eran hombres que necesitaban casas que se adecuaran a un entorno geográfico feraz, que se estaba abriendo hacia la naturaleza humana. Una arquitectura que leyera las necesidades de la tierra que se estaba descubriendo. Arquitectura que trabajara con materiales de la tierra del entorno geográfico mismo. Que se inventara en el terreno que se estaba adecuando para levantarse como acción de hombres que tenían actitudes de fundadores.

Mónica Liliana Flórez descubre el oficio de hacer casas sobre las montañas, laderas y abiertos en el eje cafetero. Escucha voces que hablan que la casa es espacio de intimidad en que se tejen sueños de familia; escucha voces que hablan que la casa debe tener espacios libres de libertad para deambular simplemente en compañía de los pensamientos; escucha voces de quienes tienen en la cabeza espacios de recogimiento en las horas de descanso en los finales de la tarde y comienzos de la noche; reconstruye voces que nos hablan amorosamente de los materiales que deben usarse, de las maderas que deben permanecer bajo abrigo del tiempo para luego servir adecuadamente para los fines propuestos; nos hablan de la duración de los materiales y la confluencia de la fuerza de duración que existe por naturaleza en éstos; nos hablan de la honradez profesional de los maestros que se hicieron maestros en el ajetreo de una experiencia laboral absolutamente bien ejercitada; nos hablan del amor como recuerdo de las obras finalmente terminadas. Los hombres que hablan relatan hechos de fundación de una arquitectura que sentó cimientos en una región, en los comienzos de una extirpe de fundadores.

El trabajo de Mónica Liliana Flórez hace parte del surgimiento de la necesaria recuperación de la memoria regional. Memoria que nos dará una visión de conjunto de lo que somos finalmente como país.
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Prólogo por Arturo Álape. En imágenes de las cuatro páginas del libro: 

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Agosto 28 de 2014
Ampliaciones y complementaciones de NTC …
BLOG abierto por NTC … , el 13 de AGOSTO de  2006, sobre Arturo Alape
con su aprobación, aportes y colaboraciones: 
 http://arturoalape.blogspot.com/
La última fotografía del Maestro Alape en CaliAgosto 9, 2.006
Biblioteca Departamental. Tertulia con jóvenes de Cali
alrededor de los 50 años de la explosión del 
7 de Agosto de 1.956
Nos Topamos Con …  http://ntcblog.blogspot.com ntcgra@gmail.com . Cali, Colombia.
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REGISTRO del LIBRO en 

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*** "Relatos desde el Bahareque"Mónica Liliana Flórez Arcila. Universidad y Gobernación del Quindío, Marzo 2000.Prólogo por Arturo Álape (texto completo)
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Detalles sobre el libro y su autora: Acceder y navegar: http://ntc-narrativa.blogspot.com/2014_08_28_archive.html
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